Magic, love & New York.

Ríos de gente iban y venían por donde nos encontrábamos. Los taxis tocaban el claxon y las familias se disponían a hacer un pequeño picnic en el césped de Central Park. Grupos de amigos hablaban animadamente cerca del lago y otra gente paseaba a sus mascotas… Turistas en bicicletas y niños corriendo hacia ningún sitio en concreto. Central Park era uno de los sitios predilectos para pasear con esa persona especial, como lo hacían las decenas de parejas que veíamos a nuestro paso apoyados en un árbol, sentados en el césped o comprando en un puesto de Hot Dogs… o besándose en mitad del carril por el que paseábamos. Le miré, y le vi suspirar mientras volteaba su cabeza hacia mí para mirarme a los ojos y susurrarme.

-No sabes cuánta envidia les tengo en este momento.


Nueva York era toda magia en ese instante.



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