I am the queen of my world.

Y paseaba lenta por las playas de mi ciudad, acompañada del sonido hipnótico de las olas del mar rompiendo contra las rocas. Solo acompañada por ese sonido. Ese sonido que, en ocasiones, puede hacer un mundo. Un mundo de lo que yo quiera. Un mundo hecho por y para mi en el que solo existo yo, y lo demás no importa.



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